domingo, 21 de octubre de 2007

Lluvia en noviembre

En 1987 , Río de Janeiro Brasil, se encontraba una pareja joven de novios , Facundo y Ana , ellos se conocieron en Asunción , Paraguay. Ana era una chica de 20 años de edad , muy soñadora , fantasiosa . Facundo era un año mayor que Ana , un joven despierto , que sabía perfectamente lo que quería .
Luego de dos años de noviazgo, Facundo le propuso casamiento a Ana , ella aceptó en seguida , era tanta la emoción de Ana que no hacia otra cosa que hablar del casamiento . Cuando fueron a reservar la fecha para casarse , el cura les preguntó cuándo se querían casar , Ana le dijo que se querían casar en diciembre , cerca de la víspera de noche buena , pero el cura le dijo que era imposible , porque para esa fecha ya tenían muchos casamientos , lo único que les ofreció , fue una fecha para el 13 de noviembre a las 2 p.m. en punto , Ana quería casarse en diciembre y Facundo le dijo que si tanto era el capricho de casarse en diciembre , por qué no se casaban en otra iglesia, y Ana le dijo que no , ella se quería casar en esa iglesia , y terminó aceptando esa fecha.
La emoción que tenia Ana era inimaginable , quería que todo saliera perfecto. Se encargó de los preparativos , pues faltaba 1 mes para el gran día , el día que había soñado toda la vida se iba a hacer realidad .Se encargó de las invitaciones , la comida , tenía todo pronto , pero le faltaba lo más importante: el salón , no tenían en donde hacer la fiesta , ya que a Ana ningún salón de los que habían disponibles le servían , porque ella quería que fuera al aire libre , hasta que su mamá le consiguió un club de un casamiento que se suspendió .
Todo estaba pronto, sólo faltaban 2 días para el gran momento , Ana estaba muy nerviosa , tanto, que tuvo una recaída y fue de urgencia al hospital. El doctor le dijo que todo se debía a una gran tensión , que debía relajarse , pero cómo se iba a relajar , si el momento más importante de su vida llegaría en 2 días .
Los días pasaron y el gran momento llegó , todo estaba listo . Facundo esperaba a Ana en el altar , pero eran las 2:20 y Ana no llegaba , a Facundo lo estaban consumiendo los nervios , no sabía que pasaba , hasta que la vio entrar. En ese momento Facundo respiró profundo y dio gracias a Dios , sintió un alivio profundo .El momento llegó, los dos en el altar se dieron el si , Ana y Facundo ya eran marido y mujer .
Se fueron a festejar a el club que habían reservado , los invitados se divertían , tomaban , comían , era una fiesta espléndida hasta que en pleno vals , todo se nubló de repente, el cielo quedó gris , de pronto era de noche , cuando calló la primera gota en medio de Ana y Facundo , todos corrieron a cubrirse pues ese día que empezó soleado y lleno de alegría terminaría de la peor forma . Llovía como si fuese el fin del mundo , Ana lloraba sin consuelo en medio de la pista , mientras que Facundo trataba de calmarla , él no entendía a qué se debía tanto llanto , Ana era un manojo de nervios , pues claro, el día perfecto que soñó se había convertido en un desastre , hasta que se hizo silencio , no se escuchó más el llanto de Ana , ella se desvaneció por completo y no se paró nunca más , pues Ana acababa de fallecer. Facundo se quedó mudo , en shock . Ana, la joven Ana ,la chica con la que se acababa de casar, acababa de morir .Nadie supo de que fue , pero los médicos dicen que fue un infarto , producido por la carga de emociones . Pero a Facundo, ¿quién se lo explica?.

feco
3roB

martes, 2 de octubre de 2007

VÉRTIGO

Todo sucedió muy rápido, en un momento el gris del asfalto extendiéndose como una serpiente coronada de luces, y en otro, nada. Un silencio sepulcral lo invade todo y ese olor, ¡qué olor!.Los ojos de Roberto volvieron a la vida devolviéndolo de lo más profundo de oscuridad, oscuridad pegajosa y negra que se negaba a dejarlo ir.
De pronto Roberto recordó todo, el desayuno liviano, la ducha de la mañana, y el apurado viaje que lo llevaba al trabajo .Un pesado día de trabajo y la vuelta a casa, el rostro de una niña , pero ¿cómo estarían en la casa? .
Su esposa Mabel, la encontraba más hermosa que a ninguna otra, hermosa como la primera vez que se conocieron. Recordaba ese momento cinco años atrás, la boda que fue bastante rápida y el nacimiento de Damián.
Casi en seguida de casarse Mabel se encargaba del cuidado de “Damiansito”, como ella cariñosamente lo llamaba, Roberto pasaba la mayor parte del tiempo en su trabajo.¡Se le presenta un prometedor futuro! , le había dicho su jefe, y Roberto a pesar de tales palabras no se sintió para nada conmovido. La puerta del auto se abrió repentinamente, y las luces de los grupos de rescate se apoderaban de todos los rincones del vehículo.
Roberto siempre fue una persona de carácter fuerte, y de gran poder de decisión, tales cualidades le habían ganado la administración de su jefe, y su jefe, rápido ascenso dentro de la empresa,¡muy rápido! pensó como todo en su vida, y ahora nada,¡nada!.
Se vio de pronto arrancado de sus pensamientos por las voces de policías, bomberos, periodistas que cubrían el accidente y curiosos ávidos de ver saciado el morbo de ver algún cuerpo destrozado o algo parecido.¡El vehículo se desbarrancó a más de 100Km por hora en una curva peligrosa de la ruta 14!,escuchaba Roberto a una periodista televisiva , transmitiendo en directo.¡Las causas del accidente radicarían en una falla en el sistema de frenos!,continuaba escuchando cuando de pronto se sintió embargado por el olor ¡ese olor!.
¡Rápido!,¡todo fue muy rápido!,rápido como su vida, como una estrella fugaz cruzando el firmamento infinito del tiempo.
Solo el olor,¡ese olor!, y el rostro de una niña de negros cabellos, eran los recuerdos más recientes que ahora en oleadas se golpeaban en su mente.
¿Pero qué relación tendrán?,¿por qué ese olor y el rostro de esa niña?. Preguntas, y más preguntas. Una tras otra y ninguna respuesta. Todas estas preguntas se habían apoderado de Roberto cuando de pronto descubrió que nadie parecía prestarle atención, nadie vino a prestarle auxilio, al enterarse de su estado de salud, pero lo qué lo lleno de espanto, lo qué lo arranco de sus cavilaciones fue él mismo, la ausencia total de dolor, y la total ausencia de heridas, productos del accidente .Entonces la vio, avanzaba como en un sueño entre la gente. La negrura de sus cabellos, se confundía con el negro de la noche, y entonces el viento le trajo como en un juego macabro que jugueteaba con los negros cabellos de la niña un olor nauseabundo,¡ese olor!.¡Ya es la hora! Dijo la niña, al tiempo que una unidad forense cargaba con un cuerpo inerte, el único cuerpo recuperado ya sin vida del interior del vehículo. ¡Ahora lo comprendo todo!, el rostro de esa niña y el olor ¡ese olor!. Las preguntas ya tienen respuesta, la muerte se presenta de muchas formas y con rostros diferentes pero hay algo qué la muerte no puede cambiar jamás; es el olor, “el olor de la muerte”.
Roberto perdió la vida a los 30 años de edad en una curva peligrosa a más de 100Km/h. Rápido, muy rápido como todo en su vida, “vida fugaz”.
Caminaba Roberto ya de la mano de la niña recordando el embriagante momento que sentía producto del vértigo de la velocidad a la cual amaba tanto como a Mabel,”su Mabel”, qué ya no seria suya. Y otro tipo de vértigo lo invadió, no vértigo, sintió de nuevo el horror ya que en el vestido se alojaban dos pequeñas manchas, las cuales a Roberto no se le pasaron por alto. Eran dos pequeñas manchas de líquido de frenos.


Celmar Oviedo

3ro A

UN ACCIDENTE FATAL

Un tarde soleada, calurosa. Estaba Jacinta lavando su ropa, en su rancho. Este quedaba entre colinas. No tenia muchos vecinos alrededor. El vecino más cercano quedaba a dos leguas por un camino que solo se podía ir caminando o a caballo. Era don Pepe que todos los días pasaba por allí para darle una mano a Jacinta en sus quehaceres, ordeñar la vaca, alimentar a los chanchos, en fin, toda tarea del campo.
Pero esa tarde don Pepe ya se había ido. Ana, la nieta de Jacinta, era una chiquilina muy inquieta, tenia 5 años. Pero lo suficientemente madura para entender el abandono de su madre, quien optó por irse con un joven apuesto, sin dejar una dirección, y dejando atrás a su hija en manos de su abuela. El calor de esa tarde ayudó a que Ana se arrimara a la boca de la cachimba, de ahí su abuela sacaba agua con un balde atado a una piola, para todo uso.
Ana observó mucho rato a su abuela lavar la ropa. Le dio curiosidad la forma de sacar el agua de ese pequeño agujero en la tierra. Tomó el balde y lo arrojó hacia adentro, el balde se fue deslizando, pegando sobre los bordes. Ana se vio envuelta en la piola, cuando quiso luchar por agarrarse de algo, ya era tarde, se encontraba deslizándose por ese tubo oscuro.
A pesar de ser una niña muy madura, siempre tenía su picardía en la cara. La piola cayó todo el largo que tenía, su otro extremo estaba atado a un árbol, pero de nada sirvió. Al tocar su cuerpo con el agua, al fin a Ana le salió el grito de su garganta tan fuerte que llegó a los oídos de su abuela. En ese instante Jacinta pensó que algo había sucedido con su pequeña nieta. Corrió a la boca de la cachimba y oía el llanto de su nieta. Fue tan grande la desesperación, que tiró la piola. Pero lo que hizo no dio resultado. Aun así el llanto de su nieta lo seguía sintiendo. La abuela pensaba en como podía sacarla de ahí y no encontraba manera de hacerlo, la angustia que la invadió fue tan grande porque sabía que había ocurrido un accidente fatal y no estaba en su manos salvarla.
Solo pensaba en don Pepe que se había marchado ya, e ir a buscarlo le llevaría mucho tiempo, lo suficiente para que Ana se ahogara. Jacinta gritó - ¡Te sacare de ahí ! Pero igual ya era tarde aunque ella seguía sintiendo el llanto. -¡ Iré por ayuda, voy a demorar!. Eran las voces de esa abuela desesperada.
Jacinta salió corriendo al rancho de Don Pepe. El feo camino le impedía ir más rápido, miraba hacia el cielo y el sol caía cada vez más. Jacinta no quería que la noche llegara estando su nieta en ese pozo. Entre la fatiga y la angustia que cada vez más la invadía, llegó al rancho de Pepe. Don Pepe al verla, en seguida pensó que algo había ocurrido, salió a recibirla diciéndole - ¿qué pasó doña Jacinta?
- ¡Mi nieta se ha caído en la cachimba!. En seguida Pepe se dio cuenta que se había perdido mucho tiempo ya. Pero aun hizo todo lo que estaba a su alcance. Al llegar a la boca de ese agujero ya no se oían los llantos de Ana. Solo veía un trapo flotando. Jacinta no paraba de repetir - ¡ mi nieta aun esta viva, por favor Pepe, has algo para sacarla!.
¿Cómo hacía Pepe para explicarle a esa abuela que ya no había una vida sino un cuerpo flotando?. La abuela confirmaba que aun seguía viva y que sentía su llanto. Quién podría decir que esa tarde soleada pasaría algo tan inesperado, un accidente fatal. No solo fue el adiós de Ana, sino que Jacinta no resistió lo sucedido, falleciendo luego de un infarto.

Alicia Lima

3ro A

SECUESTRO

Caía la tarde. Cansados de jugar, volvíamos a casa planeando la diversión del próximo día. De pronto, nos detuvimos todos a la vez. Aquella vieja casona, abandonada por años, apareció ante nosotros con su portón parcialmente abierto. Fue tan grande la curiosidad que decidimos entrar. Al estar adentro sentí como un escalofrío que me corría por todo el cuerpo y le dije a mis amigos :
-Salgamos de acá, tengo un mal presentimiento .Para ellos esto era un juego más y no escucharon más palabras, solo me contestaron :
-No te preocupes Andrés, es solo una casa vacía .
Entramos en un cuarto oscuro, allí nos avanzó un olor nauseabundo y eso era poco para lo que empezamos a escuchar. Miramos alrededor nuestro y no se veía nada, solo los rayos de luz que entraban por las ventanas y que estaban tapiadas con chapas y maderas. Al oír ese quejido tan extraño se nos pusieron los pelos de punta, era como de un animal que estaba allí junto a nosotros.
Paco, uno de mis amigos, caminó hacía el centro y notó que al pisar sonaba distinto; estaba pisando una tapa, la cual estaba cerrada con candado. Todos nos hincamos y empezamos a golpear y preguntamos :
-¿Hay alguien ahí?. El miedo fue aun mayor, era tan grande el susto, que salimos corriendo hasta la comisaría del pueblo para contar lo que habíamos descubierto. Al comisario le quedó una curiosidad y salió para la casona a comprobar.
Cuando llegó se encontró con Tomas. Este era mi padre. Él, asombrado le preguntó: -¿Qué está haciendo?
- Estoy cerrando esta puerta que se abrió con el viento. El comisario le comentó a papá lo que le habíamos dicho.
Mi padre estaba en un estado muy nervioso. Debido a su actitud, el comisario se vio obligado a llevarlo a la comisaría, donde lo interrogaron, hasta que se vio obligado a declarar la verdad.
Tomas dijo:
-ya no aguanto más este secreto, y así fue que explicó lo que había en el sótano, no era un animal, solo era mi hermana, que había sido raptada cuando tenia apenas 2 años por su propio padre y secuestrada en esa vieja casona. Desde su desaparición ya habían pasado 10 años.
Cómo pudo mi padre mantener esa terrible crueldad, no se sabe. La explicación que dio fue que no quería tener una hija mujer en su casa. Papá fue condenado a cadena perpetua. Mamá se hizo cargo de Ana, la cual fue internada en una clínica de recuperación. Nunca me imaginé que una tarde de regreso a casa encontraría a mi hermana que tanto la recordaba. Fue una noticia muy fuerte para toda la familia y para el pueblo. Nadie imaginaba que aquel hombre que se llevaba bien con todos y no se le veía malicia ninguna, había secuestrado a su propia hija y había guardado esto por tantos años.

Alicia Lima
3ro A

HISTORIAS DE VIDA

En un pueblo existía una joven de unos 18 años; morocha, de ojos grandes amarronados, cabellos largos y negros. Estudiaba y trabajaba, tenía la capacidad de pasar y que un mundo la observara con su ropa ajustada, su silueta, su gran caminar, y un nombre que lo decía todo: Verónica. Llevaba su vida con altanería, siempre estaba junto a su novio.
Poco a poco su familia la fue convenciendo para contraer matrimonio con una persona influyente y adinerada, pero ella no quería, porque él era mucho mayor, además implicaba romper su noviazgo. Estaba muy bien y enamorada. Pero no le quedó más que hacerlo, su familia estaba en aprietos. Pasaron dos meses, el día del casamiento, renunció al gran amor de Rodrigo y llegó con una gran tristeza al altar para dar el “si”. Luego se dirigieron a una gran fiesta de esas de la gran sociedad. Pasaron las horas y llegó el momento de dirigirse a la luna de miel, ella debía tener relaciones con él, lo cual no quería. Él estaba muy consciente que estaba con él por su dinero y la obligó a cumplirle, noches transcurrieron y ella muy infeliz era. Ni todo el oro podía comprar el amor que ella aun sentía por aquel joven.
Mucho tiempo pasó y, en una de sus salidas a cenar muy elegantemente, como habitualmente sucedía, se encontró con el que era mozo del lugar. Conversaron y él aun no se había olvidado de ella como ella tampoco de él y así empezaron tardes y noches de hotel. Su amor fluía en esa habitación del deseo.
Pero su marido empezó a sospechar de sus grandes salidas, la mandó a seguir, y tal como sospechó, tenia una amante, su ex novio. Fue tan grande su furia que lo mandó a matar delante de su esposa. Cuando juntos estaban en la cama entraron 2 hombres y dispararon hacia el infortunado muchacho, con cuatro tiros en brazos de su amada caía; sus últimas palabras fueron: “Por siempre serás mi amor”. Lo que él no sabia y ella iba a decirle era q estaba embarazada, lloró junto a su cuerpo, pero fue arrastrada y llevada hacia su esposo, quien cual le pegó y la ultrajó reiteradas veces hasta que ella unió fuerzas y sacó un arma de su mesa de luz y así fue que le disparó todas sus balas. Cayó muerto en el piso junto a la enorme sombra de sangre. Levantó el teléfono y llamó a la policía denunciando ambas muertes, fue conducida a prisión, pero solo pasaron dos días. Su corazón no aguantó el gran dolor y se quitó la vida. A su lado una carta dirigida a la familia que decía “El amor es el mejor compañero de la felicidad no el dinero. Adiós. Verónica “


Alejandro Lemos
3°B